jueves, 24 de septiembre de 2009
Coser con pasión con la mirada al otro mundo
El ciclo de conferencias sobre Moda y Sostenibilidad del IED de Madrid llegaba a su final el pasado viernes 13 de marzo con una conferencia a cargo de Aurelyen, el fundador del conocido proyecto MISIÓN MISERICORDIA. El aplastante carisma de este francés que instaló su proyecto en la desfallecida región peruana de Zapayal allá por 2001, encandiló por casi dos horas a los jóvenes diseñadores que se congregaban en la sala para aprender que con pasión, otro tipo de moda es posible.
Este joven francés formado en bellas artes y profesor de arquitectura, no sabía nada de moda hace 6 años cuando decidió que su particular visión pasaba por pensar globalmente pero actuar localmente, y en definitiva, que estaba allí para quedarse.
Encontró un pequeño taller de costura en condiciones totalmente precarias pero la voluntad le guiaría hacia el éxito de un modo casi inexplicable, en un camino plagado de dificultades pero con rebosante esperanza.
El modo en el que Aurelyen cuenta sus inicios, cómo comenzó a producir polos y casacas deportivas con un par de máquinas de coser alquiladas y un proceso totalmente precario, cómo recorrió clubes y tiendas de su París natal buscando colaboradores, te deja atónito cuando a la vez cuenta que poco después de producir sus primeras escasas prendas estaba en ferias europeas tan reconocidas como Rendez-vous y recibiendo sus primeros pedidos de las principales tiendas japonesas, italianas y francesas como Colette en París. Su testimonio demuestra que el concepto de sostenibilidad y en definitiva, buscar soluciones diferentes al trillado sistema moda, realmente está en boga.
Poco a poco fue forjando su equipo, con pocos recursos pero ideas muy claras, hasta llegar a contar con la última tecnología y engrosar su familia con 35 operarios que sienten cada prenda que personalmente realizan, y mientras escuchas su historia, piensas que el liderazgo innato es algo que algunos poseen y muchos intentan estudiar en escuelas de gestión caras.
El proyecto Misión Misericordia ha ido mucho más allá de conseguir erigirse como uno de los más relevantes en cuanto a moda sostenible, utilizar algodón ecológico o externalizar parte de su producción a un país desfavorecido. Ha conseguido involucrar a un grupo de personas acechadas por la exclusión para sentir que su trabajo, un trabajo digno con el que no hubieran podido ni soñar, les llevaría al otro lado del océano para ver cómo sus prendas se hacían un hueco en los principales escaparates europeos y cómo diseñadores de primera línea como Kris Van Assche estarían interesados en colaborar en su proyecto con su “savoir faire” creativo. Eso diría yo, es crear escuela.
Lo que más me impactó fue la figura personal del líder del proyecto, que se define a sí mismo como “conductor” de una orquesta, que lo mismo pelea con los productores de sus materias primas como diseña o se preocupa de la financiación con rebosante energía.
Su filosofía es hacer las cosas bien, de manera digna, producir íntegramente sus prendas en su taller y con materia prima peruana, y hacer que cada miembro de su “Taller de la Alta Costura” se sienta creador indiscutible de una pieza Misericordia que casi podría llevar su nombre. No es amigo de cadenas, externalizar costes o jornadas maratonianas que trastoquen la vida familiar de su equipo, y nos enseñó por encima de todo que no hay fórmula mágica para ser sostenible, que vale más la honestidad que las posiciones extremistas y que todavía hay personas valientes tocadas por el coraje y la pasión.
Desde el mes de septiembre 2009, Misericordia tiene su Outlet Store, en Lima, Mariscal Las Heras 658, Lince (22 de Arequipa).
www.misionmisericordia.com
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