Más allá de las olas

Los primeros recuerdos de su infancia son en la playa. Su papá, su hermano y ella jugando en alguna ola del norte del Perú. Su conexión con el mar es inmediata. El miedo a éste es un sentimiento que llegó tarde en su vida. Al principio esa noción no existía "luego vas pagando pato y empiezas a tener miedo". Uno de los patos que más la asusto fue en la isla. Dos espumas se juntaron y la sumergieron. No sabía donde estaba la superficie y cuando intentaba ver todo era confuso, se le rompió la pita de la tabla. 19 años de mar y tabla, tiene muy claro que no hace el deporte para competir. Le gusta el "free surging" y aunque no hayan olas en el mar siempre se mete a remar. Lo único que quiere es estar en la playa.

Sin embargo, Nadja de Col, más allá de la arena y las olas, estudia Arquitectura de interiores. Desde muy niña le gusta dibujar y sus recuerdos en los lugares más solitarios con su familia y amigos en las playas del norte, la orientan a llevar su pasión hacia la dirección de arte en fotografía y video: "solamente nosotros en lobitos, una sombrilla para 5 personas, menos comodidades, el viento, el sol". Con solo decir unas palabras ya crea una atmósfera.

Cuando era niña no le preocupaba mucho en lo que sería de grande. Aunque comenta que siempre sintió un lazo bastante estrecho con la música, luego dice haberlo intentado con algún instrumento y no le fue muy bien. No obstante, su amor por la música nunca cambió, tal vez no pueda ejecutarla, pero le encanta escucharla. Puede pasar horas intercambiando música con su hermano y escuchar grupos muy variados: Steel Pulse, AC DC, Metallica, Supertramp, entre otros. A veces, escucha la música que esta más de moda, como Katie Perry, e igual se divierte, aunque no sean sus preferidas.

Nadja se considera una chica bastante centrada. Es difícil para ella decir si tiene algún rasgo de su personalidad que le parezca raro o patologico. Aún cuando hay cosas que no comprende sobre ella misma como estar en un lugar con gente y de pronto querer irse a mirar el mar. Simplemente sale del lugar y va a mirar el mar, sin aviso, sin permiso, sin explicaciones. Confiesa ser vehemente con algunos proyectos, siempre esta comenzando algo. Es una chica que termina lo que planea, aunque tal vez un puntito débil es su desorden: "soy ordenada en mi desorden".

Nadja es bastante sencilla, espontánea y divertida. Ama su país por que tiene las mejores olas y por que tiene a su familia. Ser mujer nunca la detuvo en el mar, aunque considera que antes este deporte era bastante machista. Cree en el cambio que está ocurriendo en el país a nivel de apoyo al deporte y al arte. Espera que esto continue y crezca muchísimo más. Sus frases internas con su grupo de amigos la hacen reír, cuando las dice parece que se transporta a un lugar específico y ve a una persona en particular.

Nadja mantiene el vaivén de las olas y el sol del norte vivos en cada recuerdo. Se aferra a imágenes grabadas en sus retinas. Adora a su familia y a sus amigos. Tanto en el mar como en el arte espera, rema y hace fluir su creatividad.

Eduardo Cardozo