Los problemas que la minería trae a las comunidades cercanas a los recintos de minerales son conocidos. Contaminación, desplazamiento, impacto ecológico, problemas con el agua, entre otros. Hace muchos años tuvimos un caso bastante conocido y que implicaba mover a todo una población. Este caso fue Tambogrande, en Piura. La comunidad se oponía a dejar su actividad principal de producción de limones para dar paso a la explotación de sus tierras para extraer oro, plata, cobre y zinc.
Hace algunos días un caso similar asomó la preocupación de algunas personas. La minera Centauro quería explotar un lote en la laguna de Conococha, en el departamento de Ancash. Esta laguna es una fuente importantísima de agua y es obvio que la explotación minera pondría en peligro esta reserva. Además este lote esta muy cerca de la cordillera blanca, la que definitivamente también se vería perjudicada si la minera empieza los trabajos en la zona.
Felizmente el Ministerio de Energía y Minas revocó el permiso para que la minera proceda con la explotación. De acuerdo a Peru21 del domingo 12 de Diciembre, la protesta de la comunidad en relación a este problema fue uno de los factores principales para que se tomara la decisión.
Esperemos que casos como estos sean solucionados teniendo en cuenta el daño que se le hace al medio ambiente y el impacto que tiene la explotación minera alrededor de los recintos. La Oroya es una de las ciudades más contaminadas del mundo gracias a la minería. Cuando ves las piedras en el río que pasa por La Oroya da lástima. Son piedras corroidas por el agua oscura de un río contaminado por años. No permitamos que Exista otra Oroya, mantengámonos informados.
Texto: Eduardo Cardozo
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